El puerto de cruceros de Roma (Civitavecchia) tradicionalmente se encuentra entre los más grandes de Europa en términos de tráfico de pasajeros.

Nápoles no es solo un punto en el camino, sino todo un universo de sabores, sonidos y emociones. Aquí es ruidoso, sabroso y apasionado. Y en un día claro, cuando se puede ver el Vesubio sobre la bahía, parece que Italia fue creada especialmente para los viajeros.

Buenos Aires no es solo un puerto, es toda una paleta de emociones, tango, arquitectura y comida deliciosa. La ciudad es sorprendentemente colorida, bulliciosa, pero al mismo tiempo cálida y acogedora.

Si tu crucero hace escala en el puerto de Honolulu, ¡felicidades! Oahu es el corazón de Hawái, un lugar donde la vida bulle y el océano se encuentra con rascacielos y jardines tropicales. Aquí puedes ver de todo: desde monumentos históricos hasta playas donde se han filmado películas famosas.

Cozumel es un puerto sencillo y amigable. Es fácil orientarse aquí, elegir una playa o un lugar para bucear, y si lo deseas, puedes cruzar al continente.